Jukebox de los 80


lunes, 7 de marzo de 2011

Limahl - The ending story

En 1984 Hollywood llevó al cine una decepcionante adaptación de la novela del alemán Michael Ende, Die unendliche Geschichte, La historia interminable o The never ending story. Con guión del propio Ende y dirigida por el también alemán Wolfgang Peterson, la película se americanizó, alejándose demasiado el guión de Ende y cambió no sólo los lugares geográficos donde vive el protagonista de la historia, el niño Bastian -en una fría y lluviosa ciudad industrial alemana, por una soleada localidad californiana- si no alterando sus acciones e interrelaciones con los personajes del mundo imaginario llamado Fantasía que se relata en la novela. El resultado defraudó tanto a Michael Ende que éste pidió que su nombre no apareciera en los títulos de crédito.



El británico Limahl, quien había formado parte un grupo de música pop llamado Kalagoogoo, fue quien puso la banda sonora a la película en una producción de Georgio Moroder. Parece que todo fue mal en producción de esta película, desde los desarreglos en el guión por parte de Michael Ende, a las inoportunas indisposiciones de la niña Tami Stronach, quien interpretaba el papel de Emperatriz Infantil en la película. El infortunio afectó también a la música: en un principio Giorgio Moroder haría la banda sonora, y el tema con el título sería instrumental, con ese ritmo electrónico synth pop. A punto de estrenarse la película, se le añadió una letra y se llamó a Limahl para participar en la canción y añadirla al film, en un dúo con una desconocida cantante americana llamada Beth Anderson. No se sabe muy bien porqué, pero ambos cantantes grabaron la canción por separado: Limahl en Londres y Beth Anderson en Los Ángeles.



 Las prisas aceleradas en la edición de la película presentaron la canción de Limahl en la versión americana, mientras que en la versión europea no apareció,  especialmente en la versión alemana, en la que sólo escuchamos la música con unos extraños arreglos orquestrales. Pero peor suerte tuvo el video-clip: en él sólo vemos a Limahl cantando algunos pasajes de la canción intercalando imágenes de la película. Lo peor fue que, como el video-clip- se pasaba insistentemente por la MTV, la gente en Europa iba al cine esperando oir la canción y esta no figuraba ni en los títulos de crédito. Vemos aquí ése mismo video-clip:





Finalmente, dado que la canción tuvo tanto éxito o más que en Estados Unidos, se hizo un nuevo clip en el cual no vemos ni un solo fotograma de la película, pero si aparece Beth Anderson, la voz femenina que acompaña a Limahl en la canción. Vemos aquí ese segundo video-clip, que no es interminable, por supuesto.


Stevie Wonder - I just called to say I love you

En ocasiones una banda sonora en una película sirve más para venderla, que para adornarla, especialmente cuando se trata de una pretendida comedia romántica plagada de clichés y de situaciones absurdas, cuyo visionado, siendo una pérdida de tiempo, produce vergüenza ajena. Es una práctica muy habitual en Hollywood, y es el caso de The woman in red, La mujer de Rojo, un película de 1984, dirigida por Gene Wilder, con el feo Gene Wilder y la guapa Gilda Radner, entonces clasificada de sex-symbol.



Tal vez para que la gente fuese al cine a ver la película, Hollywood  contó con el genial Stevie Wonder para participar en la banda sonora. El legendario artista de la Motown, compuso y produjo más de la mitdad de las canciones, de cuales sólo podemos escuchar un par o dos en el película. I just called to say I love you, una de ellas y que sólo aparece en los títulos finales de crédito del film, logró que millones de espectadores fuesen a ver las piernas de Gilda Radner, dejando al pobre Gene Wilder en segundo plano.


En cualquier caso, I just called to say I love you suposo para Stevie Wonder la vuelta a los escenarios tras varios años de ausencia y una primer nº1 internacional fuera de los ambientes de la música soul de la Motown. Una canción románticamente sencilla, directa, sin artificios y tal vez sincera.


Robin Gibb -Juliet

En la época en que Robin Gibb participaba, junto a sus hermanos los Bee Gees, en la grabación de la banda sonora de la película Staying Alive, éste concibió un álbum en solitario titulado How old are you?, del cual una canción, Juliet, logró un gran éxito internacional.


Eran los peores años para Bee Gees, y Robin fue el primero que decidió alejarse del grupo para presentar sus propios proyectos. Aunque sus discos como solista no convencieron a nadie de que estábamos ante una estrella en potencia, si es cierto que un par de canciones de los mismos, se convirtieron en hits en las radio-fórmulas, y Juliet fue sin duda, una de las candidatas a canción del verano de 1983. Con su letra románticona, en referencia a la obra de Shakespeare, su video-clip que recrea imágenes de guerras napoleónicas, y los falsetes a lo Maurice Gibb, Robin Gibb se ganó un respeto como solista y compitió en las listas con The woman in you, ganando Juliet la batalla.


Bee Gees - The woman in you

En 1983, con The woman in you, se produce el canto del cisne para este trío británico que tan buenos y grandes éxitos había producido ya desde finales de los años 60. En una brevísima historia de la banda hasta la publicación de The woman in you, decir que Bee Gees estuvo compuesto por los hermanos Andy, Robin y Maurice Gibb, quienes regresaron a su Inglaterra natal, tras la publicación de varios singles de relativo éxito en Australia, país en el que residieron hasta 1966.
 En Inglaterra retomaron su carrera musical, presentando sus primeros éxitos internacionales, como New York mining disaster, Massachussets o To love somebody. Sobrevieron a dos separaciones o ropturas de la banda, pero él éxito les llegó otra vez  a mitad de los años 70 con temas tan bee gees, con el falsete de Maurice, como Jive talkin' o You should be dancin', hasta llegar a la cima, donde más alto puede un grupo musical llegar: más de 30 millones de copias vendidas de la banda sonora de la película Saturday night fever o Fiebre del sábado noche, en plena eclosión de la música disco. Y todo eso cambiando su natural acento británico por otro norteaméricano.
Quizás por saturación, o por el odio que la música disco despertó entre el público seguidor de otros sonidos (punk, glam, rock, etc) la banda inició un declive, del cual no logró recuperarse hasta finales de los 80 con You win again, del disco ESP.
En 1983 John Travolta participó en la secuela de Fiebre del sábado noche, titulada Staying alive, y era evidente que Bee Gees participarían en la banda sonora. Fue un error, y grave. 



Su anterior disco Living Eyes, de 1981, precedido del éxito de Tragedy, incluido en el long play Spirits have flown, fue un fracaso en toda regla, y la banda sonora de Staying Alive hundió todavía más la reputación de la banda. En una entrevista realizada para el canal VH1 en 1993, los miembros de Bee Gees explicaron las tensiones que vivieron entre ellos durante la grabación del disco, en una época en que Robin Gibb comenzaba una carrera en solitario y Maurice Gibb se había convertido en uno de los productores musicales más importantes de Estados Unidos. En definitiva, el sonido presenta las típicas harmonías de Bee Gees en una música cuyo estilo es ya decadente y pasado de moda: la música disco. Nada nuevo, pero el fraseo de Maurice Gibb, junto a los coros de los tres hermanos aún pone la piel de gallina.



El disco tuvo una fría acogida entre el público, pero fracasó estrepitosamente en listas, al igual que el film en las carteleras. El video-clip, filmado en Los Ángeles, presenta a los tres hermanos por separado, trabajando en sus oficios y perdiendo el rumbo por una misma mujer. El hecho de aparecer por separado durante casi todo el video -sólo al final vemos a los tres cantanto en un escenario tipo producción de Broadway- ya da una idea cuál era la situación de la banda por aquel entonces. Se acercaban a un nueva final roptura. No volvieron a unirse como banda hasta 1987.


Olé-Olé - No controles

Siguiendo la estela del fenómeno Mecano, el grupo Olé Olé desarrolló durante la década de los 80 una brillante carrera musical repleta de discos oro y platino. Aunque el proyecto nació al socaire de la nueva ola madrileña (algunos de sus miembros procedían de grupos como TrastosPlástico) pronto se reveló como un producto prefabricado destinado al gran público. 

Olé Olé se agrupó en Madrid en 1982 alrededor del guitarrista y compositor argentino Gustavo Montesano en connivencia con el productor (también argentino) Jorge Álvarez. En un principio, la formación musical la completaban Luis Carlos Esteban (teclados), Emilio Estecha (bajo) y Juan Tarodo (batería). Sus escasos vínculos con la nueva ola se reducían al pasado reciente de Luis Carlos Esteban en grupos clásicos de la escena madrileña como Trastos y Plástico, banda esta última donde también militaba Emilio Estecha. Por su parte, Montesano llegaba a Madrid curtido en el rock sinfónico, habiendo militado en diversas bandas desde mediados de los años 70. Finalmente, Juan Tarodo se estrenaba como músico en el nuevo proyecto. Presumiblemente, los fundadores de la banda podrían haberse inspirado en el nombre del grupo flamenco de tecno-pop Alé Alé para, una vez hispanizado el término, bautizar a su nuevo proyecto musical. Poco después, el núcleo inicial incorporó como cantante a una joven de poderosa voz, Vicky Larraz


Tras ver aceptada su maqueta en la multinacional CBS (donde trabajaba el productor Jorge Álvarez), ya en 1983, aparece el single ‘No Controles’ con producción de Nacho Cano. Un éxito que les propicia un segundo sencillo (‘Dame’) y meses más tarde su LP de debut, Olé Olé, con arreglos de Luis Cobos. En aquel primer álbum figuraban temas como ‘Adrenalina’, que rápidamente se convertirían en clásicos del pop electrónico español en su vertiente más comercial. El éxito de No controles, fue efímero, pero internacional: el maxi-single salió en Inglaterra, Francia, Alemania e Italia. Precisamente aquí les vemos en una actuación para la RAI, cuando la banda llegó al nº1 en Italia en el verano de 1984. Posteriormente Vicky Larráz y Luis Carlos Esteban abandonarían el grupo. Eso no supuso el final de la banda, que Marta Sánchez inició su carrera en la banda, en substitución de Vicky Larraz.




Betty Troupe - El vinilo

En la Valencia de los primeros 80, sin duda, dominaban los grupos con sintetizadores al frente, quizás por la brecha abierta al principio de la década por bandas como Glamour. Una de esas bandas fascinadas por el nuevo synt-pop inglés fue Betty Troupe, o la Tropa de Betty, un sexteto nacido en la ciudad del Turia. Seis miembros, seis personalidades distintas: el trío masculino estaba conformado por Sandro Mompó(bajo), Lully Azulay (guitarra) y Héctor Domingo (bajo), mientras que Flora Illueca se alzaba como cómo la vocalista, compositora y líder indiscutible de un grupo que rápidamente se convertiría en quinteto con la incorporación de Marina (percusión y coros) y Fabienne Cidoncha (teclados y coros).
Con su atractivo ‘line up’ (una imagen totalmente fashion capitaneada por tres esculturales féminas) Betty Trouppe no tardó en llamar la atención de la multinacional Ariola, que rapidamente puso al quinteto en manos del genio rentable del pop nacional, Nacho Cano (Mecano). El resultado fue un maxi single editado por Ariola en 1983 que contenía los temas “El Vinilo”, “MS 20” y “Berlín”. El primero llegó a escalar las listas radiofónicas comerciales, con una letra un tanto surrealista y una instrumentación recargada de arreglos que iban desde los guiños new romantic hasta el heavy más glamouroso, incluyendo un larguísimo solo de guitarra y múltiples recursos vocales y de percusión. Pese a su frescura, en breve periodo de tiempo, se convirtieron en una banda de one wonderfull hit.


Al año siguiente Ariola les publica su primer long-play titulado Nuevos héroes, cuya única repercusión fueron las peleas entre los miembros del grupo, especialmente entre las féminas, peleas que acabaron con la expulsión de una ellas.


Luna - Mi verdad

Luna fue un grupo de Ponferrada (León), cuya carrera -discogrráficamente hablando- se catalogo como de one wonderfull hit, o lo que es lo mismo: fueron un grupo de un sólo éxito.
Llegados al efervescente Madrid de los primeros años 80, lograron fichar por la discográfica independiente MR, cuando ésta pasó a estar dirigida por Ariola, luego Ariola-Eurodisc.
Integrados por Carlos Blanco, teclista y autor de las canciones, y Marián Fernández, como vocalista, su música era de clara inspiración en bandas new-wave y tecno británicas de la época: Yazzo, Abc o OMD. 
Pretendiendo sonar  tecno, su sonido fresco y muy popero, se quedó a medio camino entre lo moderno y lo más clásico. Fueron odiosamente comparados con Mecano -por su sonido tal vez, o por el hecho de tener una mujer como vocalista- y rivalizaron con bandas como Video u Olé-Olé. Su éxito fue muy efímero: un primer y único longplay, titulado homónimamente Luna. De este disco, Es un sueño, primer sencillo, y Mi verdad, tema que en 1983 logró subir a lo más alto de las listas.


 El tempo de esta canción, su ritmo y su machacón sintetizador, recordaba en algunos momentos a Enola Gay de OMD, aunque la letra, de claro corte feminista, resultaba divertida de escuchar. No hubo ningún video-clip oficial de Mi verdad, pero disfrutad de esta actuación para TVE con un nuevo audio en mp3.